Skip to main content



Autor: María José Arlandis / MAB COMUNICACIÓN SILENCIOSA

Con la continuidad de su personalidad, asegura la continuidad de su comportamiento. En cuanto intenta hacer trampas consigo mismo, apartándose de su verdad, su comunicación se resiente  y su comunicación no verbal le traiciona.

   Psicológicamente ¿cuándo se produce?:

  1. Primero cuando miento u omito decir lo que sé o lo que pienso.
  2. Cuando hago una restricción del pensamiento, es decir, que sólo digo una parte de lo que sé o de lo que pienso.
  3. Cuando me falta convicción y digo cosas en las que realmente no creo.

El hombre forma un todo coherente y su verdad, como su marca propia, es única.

   Efectivamente, la tentación es fuerte al ver sólo mentiras cuando mi interlocutor emite una de esas señales de ruptura de coherencia interna. Insisto mucho en que puede tratarse también de una simple restricción de pensamiento o una falta de convicción y no de una mentira.

   Existen tres señales de ruptura de coherencia interna:

  1. La contracción de la pupila: El. Hess y su pupilómetro nos mostraron que ante una visión placentera, la pupila se dilata y se contrae si no le gusta el espectáculo. “Porque estabas en casa anoche ¿no?” Y si quiero mentir, mi pupila se contrae mientras respondo “¡Si, claro!”.- Las gafas negras no sólo nos sirven para protegernos del sol o de una conjuntivitis.
  2. El aliento: esta, como la señal anterior, es más fácil de descubrir si estamos cerca del interlocutor. Acompaña a la respuesta a una pregunta directa. Si necesito soplar, lo hago normalmente antes de responder. Por el contrario, si me encuentro en ruptura de coherencia interna, el soplo vendrá después de mi respuesta, como si inconscientemente quisiera, con mi expiración,  descargar mi consciencia de ese peso.
  3. Los autocontactos de la mano en la zona de la boca y la nariz: estos gestos son muy simbólicos. Piensa en el niño que mete su mano en la boca justo en el momento en el que se da cuenta que acaba de decir algo que no tenía que haber dicho. También Pinocho que toca su nariz para asegurarse de que no está creciendo mientras miente.  De la misma forma, la persona que está en ruptura de coherencia interna tiende a llevar, sin razón alguna, la mano a la cara, en la zona de la nariz o de la boca, para efectuar, en el momento en el que la ruptura se produce y mientras dura ésta, pequeños movimientos o frotaciones.

   Puedo intentar evitar hacer estas señales de ruptura de coherencia interna. Solo tengo que bloquearme a nivel gestual. En este caso, reemplazaré  mi señal de autocontacto en la zona de la nariz o de la boca con un gesto barrera.

   Hay que estar, pues, particularmente atento a los gestos barrera. Si se producen mientras  tu interlocutor habla, pueden camuflar una ruptura de coherencia interna, sobre todo después de una pregunta directa o una petición de precisión por tu parte.

   También, un interlocutor entrenado en técnicas gestuales, puede evitar los gestos de la mano en la zona de la boca o de la nariz, desplazándolos desde el centro hacia la periferia de la cara. Hay que estar también muy atentos cuando los gestos de autocontacto de la mano a la cara se vuelven más frecuentes.

Es el carácter, de repente, repetitivo de estos autocontactos el que debe atraer nuestra atención: caricias en mentón, mejillas o cejas que se rascan, el lóbulo de la oreja que se presiona e incluso la mano que pasa y vuelve a pasar por el pelo.

Estos autocontactos se tienen que producir mientras que el interlocutor habla para que podamos asociarlos a los gestos de ruptura de coherencia interna.

Leave a Reply

Contacto